30 mayo, 2023

El Señorío de Cembranos: de la baja Edad Media al siglo XIX (4)

 

Casa solariega de los "Escobar" en Cembranos 

16.- Juan Ruiz de Gauna Castro ( ¿ - ?)

La villa de Cembranos fue adquirida en pública subasta en el año 1603 (en virtud de la autorización real de 28 de diciembre de 1595) por Juan Ruiz de Gauna Castro de Valladolid. 

Según dicha escritura de venta “los vecinos de Cembranos pagaban veintiocho o veintinueve gallinas por otros tantos suelos de casas; seis cargas y una fanega menos tres cuartillos de trigo, diez cargas , una fanega y seis celemines de centeno, por razón de veintiocho préstamos y medio de tierras del marqués que traían repartidos entre sí, y doscientos ochenta y cinco maravedies.

Además paga el Concejo al marqués , de fuero y servicio cada un año trescientas sesenta y seis cántaras de mosto y la mitad del diezmo que se coge en los veintiocho préstamos y medio, que vale cada año ocho cargas de pan”.


17.-   Luisa Manrique de Lara (1558-1627)

En el año 1604 Juan Ruiz de Gauna transmitió la villa de Cembranos a la condesa de Treviño. VIII condesa de Valencia de Don Juan, VII condesa de Treviño, V duquesa de Nájera, casada con Bernardino de Cárdenas y Portugal, III duque de Maqueda, IV marqués de Elche, XXI virrey de Cataluña


18.-   Isidro Castro de Mendoza  (¿ - ?)

Luisa Manrique de Lara, condesa de Valencia de Don Juan, vendió el señorío de Cembranos en 1609 al Licenciado Isidro Castro de Mendoza. Desde esa fecha se transmitió por herencia el dominio directo de la propiedad,


19.- Gerónimo de Castro y Mendoza (¿ - ?)

Sepultado en la iglesia de Palat del Rey  bajo una lápida de arenisca de grandes dimensiones originalmente emplazada frente a las gradas del altar mayor con una inscripción en la parte superior y un escudo de armas en la parte inferior. En la inscripción puede leerse lo siguiente: “Aquí está sepultado don Gerónimo de Castro y Mendoza caballero de la Orden de Santiago, señor de la villa de Zembranos, Rexidor que fue de esta ciudad y sus padres que dotaron esta sepultura.”


20.-   Alonso de Valcarce Osorio Escobar y doña María de Vega y Castro (posible heredera del señorío)

Hereda el señorío su hijo Bartolomé de Escobar


21.-   Bartolomé de Escobar y Castro (¿ - 1721)

Falleció en Cembranos siendo enterrado en el presbiterio al lado del evangelio, el 19 jun. 1721 Señor de Cembranos, Regidor de León en 1693, donde fue casado con Ana Francisca de Osorio de la Carrera, fallecida en León el 1 de marzo de 1736. Uno de sus hijos fue Juan Manuel Escobar de la Carrera Obispo de Mondoñedo, puesto que ocupo dos meses como consecuencia de un accidente.

Tenían residencia tanto en León, donde detenta una regiduría en el cabildo municipal, como en Cembranos. La familia se preocupó por incrementar las posesiones del mayorazgo familiar construyendo un cercado junto a la misma casa de Cembranos y una bodega al sitio de La Piedra. Don Bartolomé dispone en su testamento que ambas propiedades no se dividan entre los hijos y se incorporen al mayorazgo; además también se dedicarán al préstamo de cereales con el fin de satisfacer las necesidades de simiente y pan de los campesinos. 

Tienen siete hijos, cuatro varones y tres mujeres. A excepción del primogénito el resto de hijos varones seguirán la carrera eclesiástica. El hijo primogénito, Andrés, no solo recibirá las legítimas de dos hermanos, sino que será el heredero del mayorazgo familiar y los padres le mejorarán con el tercio y remanente del quinto de todos los bienes libres.  


22.-   Andrés Escobar y Osorio de la Carrera (1693 – 1750)

Señor de Cembranos y de la Rozuela, Regidor perpetuo de León, Caballero de Santiago, casado con Teresa Ruiz de Herrera, que vivía en 1758, y que es la que compró el palacio del Marqués de Torreblanca en León. 

Su trayectoria no se caracterizó por continuar con un estilo de vida rentista y anclado en la tradición; la familia se va a interesar por la compra y explotación de bienes raíces, sobre todo tierras: compraron sesenta viñas, veintiséis prados y quince tierras de secano destinadas a la producción de cereal.

La actividad emprendedora e innovadora de don Andrés se refleja en el interés por incrementar la producción de uva, elaboración de los caldos en la bodega recién construida  con una capacidad de almacenamiento (casa y bodega) de más de ciento veinte mil litros y la comercialización del vino. Como regidor y hacendado cosechero de la ciudad de León, tenía el privilegio del comercio de vinos al por menor lo cual le creó problemas con el resto de autoridades municipales; creo una compañía de “trato y comercio de lonja” con don Manuel Arroyo para llevar a cabo estas actividades comerciales. 


23.-   Antonio de Escobar Castro y Herrera  (¿ - 1781)

 Regidor Perpetuo de León . Aparece como Sr. de Cembranos en el Catastro del Marqués de la Ensenada y Sr. de la Rozuela por cuya menor edad, administró temporalmente los bienes de su mayorazgo, Teresa Herrera, como su madre tutora. Casado con Francisca Bernaldo de Quirós, hija del Sr. de Villátima, Palencia, pueblo medieval, desaparecido.

También don Antonio se interesará por incrementar los bienes de la familia tal como lo demuestra su declaración de que hizo y fabricó en el término de la villa de Cembranos un terreno que llaman “la venta del Señor de Cembranos” que produce al año  mil reales que unirá al mayorazgo familiar.

El desarrollo de la familia se truncó por la muerte temprana de la esposa enterrada en la iglesia parroquial. El viudo no contrajo nuevas nupcias por lo que la descendencia se redujo a dos hijos: Bernardo y María 

En las Repuestas Generales al Catastro de la Ensenada sobre el lugar de Cembranos responden el 25 de marzo de 1753:

“ A la quince dijeron que en este lugar pagan diezmo de pan y vino, yerba, lana, corderos, crías asnales, terneros, miel, cera y aves, todo de diez a uno, a excepción de los terneros y jumentos, que solo pagan a diez maravedíes por cada cabeza que se cría. Y en todo es interesad y percibe el cura de este dicho lugar a excepción de treinta y seis heminas de trigo y cuenta y cuatro de centeno que corresponden a Don Antonio de Escobar, señor de este dicho lugar, como más bien constará de tadmías  o certificación que dicho cura diere, a que se remiten; pagan por el Derecho de Primicia a la Iglesia de el los cosecheros que hay sesenta y seis heminas de centeno respecto de dos cada uno; y por razón del voto de Santiago los mismos cosecheros pagan veinte y cuatro heminas y tres celemines de la misma especie a razón de tres celemines cada uno .

A la veintidós dijeron que esta población se compone de sesenta y cinco casas y ninguna inhabitable, y por su establecimiento pagan una gallina por cada una a Don Antonio Escobar, Señor de dicho lugar.

A la veintiocho dijeron que este lugar paga por razón de Alcábalas en cada tercio de los tres que comprende cada un año, doscientos setenta reales, que su importe es el de ochocientos diez que percibe dicho Don Antonio Escobar, Señor. Ignoran el motivo que tenga para ello y con qué se enajenaron de la Corona; remítense a los instrumentos que dicho Señor tenga para la percepción de ellas.”

En este Catastro de 1753 después de enumerar y describir las fincas de los foros y préstamos, se añadió una nota  que dice:

“por estas heredades pagan cada año al Señor de este lugar, por razón de foro y préstamo, trescientas sesenta y seis cántaras de mosto, cuatro cargas y seis celemines de trigo, doce cargas de centeno y ocho reales en dinero.

El terreno está dividido en treinta y un lotes o quiñones permanentes cada uno de los cuales es aprovechado vitaliciamente por uno de los treinta y un vecinos más antiguos de los sesenta que hay en el pueblo actualmente. Cada uno de esos vecinos lleva además, una casa y un terreno que está al lado de ella y se llama herreñal. Estas casas y estos terrenos adyacentes tienen la misma consideración jurídica que los quiñones”.